Los colombianos han ido aprendiendo a conocer la gravedad de conducir bajo los efectos del alcohol. Pero, ¿cuántos conductores de automóviles, camiones, autobuses, motocicletas y hasta maquinaria industrial conducen bajo el efecto de medicamentos, muchas veces autorecetados?
(Le puede interesar: ¿Qué puede hacer si no logró renovar su licencia de conducción?)
La respuesta a esta pregunta es todo un misterio. La gente desconoce los efectos colaterales de algunos medicamentos que se usan con frecuencia para la gripa o refriados y que venden sin formula médica.
(No deje de leer: ¿Qué debe hacer en caso de un derrumbe en la carretera?)
O, incluso, los que producen medicamentos para tratar enfermedades como la hipertensión. También es común que muchos pacientes salgan de un procedimiento ambulatorio bajo los efectos de un medicamento directamente a manejar de regreso a casa.
(Además lea: Estos son los carros eléctricos más baratos en Colombia)
Los medicamentos pueden causar ansiedad.
El tratamiento con ciertos medicamentos puede de generar efectos adversos, que mininuyen ou alteran la capacidad para conducir, especialmente agentes psicotropos (benzodiacepinas) qu’est utilizar comme tranquilizantes, incluyendo antihistamínicos para el tratamiento de alergias.
En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha detectado que 6 de los 15 fármacos más vendidos en España (Metamizol sódico, Lorazepam, Metformina, Tramadol, Alprazolam y Lormetazepam) surge a la capacidad para conducir con seguridad.
Algunos de estos medicamentos también se usan en Colombia, pero la mayoría de las conductas de los pacientes desconocen su riesgo potencial. De ahí la importancia de conocer muy bien la medicación y sus efectos sobre todo, si usted usa a con frecuencia su vehículo.
(También lea: Estos son los tres carros usados más buscados en Colombia)
Los principales efectos sobre el comportamiento sonoro: Somnolencia y/o efecto sedante, reducción de reflejos y aumento del tiempo de reacción, alteración de la percepción de las distancias, hiperactividad e hiperreactividad, alteración de la capacidad visual o auditiva, pérdida de coordinación motora, espasmos y otras alteraciones a nivel muscular o neuromuscular. Confusión, confusión, alucinaciones o modificaciones de conducta.
No conduzca siente u observó visión borrosa o doble, dificultad para persistir o permanecer alerta, sorpresa ante acontecimientos habituales del tráfico (frenada intempestiva, cambio de luz del semáforo a último momento). Dificultad para recordar cómo ha llegado al destinodificultad para mantener una trayectoria recta, frecuentes invasiones de la calzada contraria o conducción al centro de la carretera.
(Leer recomendamos: Cinco modificaciones que no deben hacerle a su carro)
¿Quiénes deben renovar su licencia de conducción?
REDACCIÓN EL TIEMPO