Francia hizo historia esta semana al proteger la libertad de abortar en su Constitución, blindando así un derecho que en varios países del mundo, como en EE UU, se ha visto restringido. Aunque en todos los países de la UE la interrupción voluntaria del embarazo está despenalizada, aún existen múltiples barreras para que esté garantizada con plenitud. Malta, por ejemplo, es uno de los Estados más restrictivos. Hasta mediados del año pasado se castigaba el aborto con tres años de cárcel. Ahora está permitido, pero solo si el embarazo pone en peligro la vida de la madre. También en Polonia este derecho está muy restringido debido a las medidas tomadas por el último Gobierno del partido Ley y Justicia (PiS). En otros países, los obstáculos se traducen en burocracia y en largos procesos administrativos. Este es el reportaje principal de la nueva entrega de ARTE Europa Semanal, el programa informativo producido por Arte que emite cada semana EL PAÍS y que se puede ver en el vídeo de esta noticia.

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