El mercado de los vehículos usados ​​ha experimentado cambios importantes en los últimos tres años debido a factores económicos y situaciones coyunturales que incidieron en el aumento de su precio, pero que precisamente, por ser momentos específicos de la economía, vuelve por estos días a retomar su ‘normalidad’.

Para escuchar el heno que se remonta a abril de 2020, que fue el punto de quiebre para este negocio que movía en promedio cada año 1’200.000 traspasos.

Estos meses, cuando recién se decretó el aislamiento por el covid-19, solo se registraron 44 traspasos, y el año cerró finalmente con apenas 722.977, cuando en el 2019 hubo 1’282.350 ‘cambios’ de dueño.

La pandemia está afectando la producción y distribución de automóviles a nivel mundial a través del cerre de las plantas, y por sobrevinientes contratiempos como la rotura de microprocesadores y la crisis de los consumidores, lo que se traduce en una disminución en la disponibilidad de modelos nuevos.

También sufrió de manera considerable los precios en las fábricas y la logística de transporte.

Esta situación desató el boom del usado. Al no haber stock de nuevos y ante el temor del contagio en el transporte público, muchos compradores optaron por usados ​​​​como alternativa nativa, hecho que produjo que, casi de inmediato, las cifras de traspasos volvieran en el 2021 a cifras de prepandemia . Ese año se tramitaron en Colombia 1’134.236.

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Al no haber stock de nuevos y ante el temor del contagio en el transporte público, muchos compradores optaron por carros usados ​​​​como alternativa.

Y llegaría el año 2022 con sus vaivenes económicos por cuenta de la escalada del dólar. El pays viene de tener una cotización promedio de la divisa americana de 3,400 pesos en el 2020, 3,900 pesos en el 2021 y el año pasado cerró por encima de los 4,800 pesos, lo cual puso el precio de los cero kilómetros por las nubes. Se vendió por 262.565 unidades nuevas, lo que supone un alza de 4,8 para 2021.

Esto sumado al aumento de la inflación y las subidas de las tasas de interés de los bancos han espantado en estos meses la clientela cuando ya empezaba a normalizarse la presencia de modelos nuevos en las vitrinas. Ese fenómeno alcista en los precios de los nuevos arrastró al carro usado.

Pero es esta una tendencia en la que se esconden otras realidades que obligan a otras cuentas. Tanto en pesos debido a la impresión de que hay una ‘ganancia’, la realidad es que muchos vendedores no tienen cuenta la alta depreciación de la moneda colombiana. Es decir, con la plata que compró hace cuatro años no adquirió el mismo carro hoy.

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Y también juega la especulación que hubo por parte de algunos vendedores que podrían aprovechar la situación.

Hoy lo que se ve es la ‘desinflada’ de esa especulación que por razones de oferta y demanda vuelve a poner los carros en su plata.

Esto se refleja no solo en la caída de las ventas de los nuevos carros este año, que afecta al usado porque la mayoría de estos últimos son retomas, est decir, el carro viejo se da en parte de pago. Este fenómeno comenzó un año pasado, cuando apenas se tramitaron 440.003 traspasos.

Con la especulación o esa ‘burbuja’ del usado, lo que está ocurriendo es que como no los vendían por su precio inflado, ahora están bajando. Los precios están en lo que son, porque otra realidad es que uno es el valor que le ponga el dueño en los portales de venta de usados ​​y otro es el precio al momento de girar el cheque, o darlo en parte de pago.

El hecho de que algunos usados ​​‘bajen’ de precio –como lo han publicado algunos medios– también obedece a que hay mucho stock de ciertos carros que son más populares, lo cual hace que para los negocios de compra y venta no sea Rental tenerlos tanto tiempo además muestra a la espera de compradores.

Ya sea para autos nuevos o usados, el mercado en Colombia ofrece diferentes planos que se ajustan a los presupuestos de los compradores.

(Las recomendaciones: Las empresas más grandes, las que más vendieron y las que ganaron o perdieron en 2022).

Por supuesto, los carros nuevos más baratos tienen la mayor población y, por lo tanto, hay más negocios de piezas de segunda mano y una masa objetiva compradora más grande que, a su vez, ante la oferta mayor puede elegir y regatear precios más reales ya veces muy lejos de los especulativos de los oferentes.

También hay que mirar la afectación del precio de los usados ​​en gamas media y altas, donde la depreciación marca más duro y los castigan más fuerte en la retoma o en las compraventas necesitan rotarlos rápidamente por su peso en el valor del inventario . De ahí que pueda ser proporcionalmente más barato un usado de lo que llaman ‘alta gama’, cuyos atributos se diluyen más rápidamente cuando son reventa.

También hay que notar que las dificultades que viven las ventas de los nuevos trasladan ha los usados ​​por los costos de las financiaciones que hacen más difícil su cambio de dueños cuando hay creditos de por medio o las aprehensiones sobre el panorama económico de las familias allí las empresas.

Esto lleva a una baja en la demanda que también hace bajar los precios de todo el mercado.

A mayo de este año, la cifra de traspasos estaba en 366,080, muy cerca de los 440,003 que se registraron en los primeros cinco meses del 2022, es decir, hay una recuperación con precios más aterrizados que seguramente van a nivelar en el segundo semestre de este año hasta volver en el futuro a los promedios de antes del 2020.

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