Hay que poner reversa en el tiempo hasta llegar a la Primera Guerra Mundial para saber y sentir por que se utiliza hoy el camuflaje en los modelos o prototipos de las marcas de autos, pero además, el porqué de los colores.
Para esta época se le conocía como ‘camuflaje disruptivo’ con distorsión o camuflaje iluminador, proveniente del inglés dazzle camouflage, que se usaba en los barcos. El truco esta en un principio muy sencillo y es que El contraste entre los blancos y negros hace que el ojo humano y, sobre todo, el objetivo de una cámara no pueda fijarse con precisión en los detalles.
Este contraste hacía que para los enemigos fuera imposible marcar bien su posición al apuntar los cañones. Ahora en los carros este camuflaje busca engañar el enfoque automático de las cámaras digitales que funcionan cuando hay buenas condiciones de iluminación, pero con jefes blancos y negros no puede calibrar ni enfocar correctamente, con lo cual los detalles quedan desenfocados.
Por lo general, las marcas cuentan con sus propias pistas o circuitos de pruebas y es allí donde se hacen las primeras pruebas. Estas están cercadas para evitar los curiosos y fotógrafos espía. Pero llega un momento en el que el nuevo modelo debe ir a la calle y es cuando se hace necesario el camuflaje.
También cuenta con un equipo de técnicos que se encargan de la recuperación. Los vinilos o adhesivos deben ser muy resistentes pues van a estar varios meses en función de las inclemencias del tiempo.
Cuando un prototipo sale oculto bajo camuflaje a la calle por primera vez, en realidad ya una decena o más de predecesores han rodado «escondidos» bajo paneles o placas de nylon subjectas a su carrocería, lo cual impide que el auto alcance altas velocidades por lo que solo se utiliza colgante de las primeras pruebas para ensayar las asistencias a la conducción.
El interior siempre está cubierto, pero cuando ya se ha definido, se mimetiza con tapetes de felpa amarrados con velcro. Los faros son particularmente complicados de camuflar pues para poder circular por carretera de forma legal es necesario que los prototipos cuenten con todas sus funciones de iluminación.
Esta práctica es común en pays en donde se fabrican los nuevos modelos. Allá es frecuente ver autos en la fase de pruebas en calles y carreteras cubiertos por unos elementos que esconden sus formas, líneas y en general el diseño.
Las estadísticas indican que una marca invita en promedio, cuatro años unos 250 millones de dólares y usa unos 200 prototipos antes de que un modelo llegue a las vitrinas. Mantener el secreto es uno de los mayores desafíos. Pense en esto. Usted va a comprar un carro último modelo, por ejemplo 2024.
Ese carro se abrió en el 2020, por lo cual los ingenieros y diseñadores tuvieron que adelantarse al tiempo para entregarle un aparato que llegue cuando sus manos no luzca ni viejo ni desactualizado, pero sí con todos los adelantos tecnológicos del momento. Los secretos guardados son muchos y valiosos.
Las pruebas son de todo tipo y suelen hacerse a temperaturas extremas de calor o frío, hay de resistencia, de rendimiento de un nuevo motor o de comportamiento aerodinámico por lo que las unidades de prueba deben moverse incluso por carreteras extranjeras.
De ahí, que esos autos deban camuflarse para evitar que su competencia conozca detalles de diseño, dimensiones o plataformas, en particular si la marca ha trabajado en un modelo del que cree que puede llegar a ser un ‘hit’ en el mercado. Además, está comprobado por las marcas que la mayoría de ‘fugas’ de información ocurren durante la fase de pruebas.
Teniendo en cuenta que esos modelos llegarán a las vitrinas mucho tiempo después, otra táctica es mostrar detalles que no son definitivos. Está táctica se conoce como crypsis (oculto) o en la mímesis (hacer parecer otra cosa). Así, cuando llegue el momento de lanzamiento definitivo se vita que el ‘público objetivo’ haya perdido el interés en el ‘nuevo modelo’ con lo cual todo el trabajo y esfuerzo se perderían.