Las altas tasas de informalidad laboral y de desempleo, tanto observado como estructural; las brechas salariales y de desempleo entre hombres y mujeres; la baja productividad de los trabajadores; la alta dependencia cíclica del empleo formal, etc., son claros sintomas del mal funcionamiento del mercado laboral en colombia. Se requiere, sin duda, una reforma laboral profunda.

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No terco, el proyecto que cursa hace unos días en el Congreso genera varias angustiasno solo porque elevará los costos de la mano de obra, sino también por la mayor rigidez que imprimirá al mercado de trabajo, ya de por sí alta.

El proyecto aumenta los costos de despido, introduce mayores requisitos para dar por terminados los contratos de trabajo, indexa el Índice de Precios al Consumidor (IPC) los salarios entre uno y dos salarios mínimos, encarece la formación para el trabajo, modifica la duración del jornada diurna y los recargos dominicales, etc.

Estos cambios pueden acentuar el mal funcionamiento del mercado laboral con el fin de convertirlo en un espacio dinámico, flexible (que asuma los choques que recibe la economía), que facilite la generación de un empleo formal que permita al trabajador y al empleador hacer las mejores puertas para el crecimiento económico del país.

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Sería conveniente que el énfasis de las discusiones en el Congreso incluya, entre otras cosas, la flexibilización de los contratos de trabajo, la divisibilidad de la jornada y la implementación del salario por horas; la modificación del protocolo para la revisión anual del salario mínimo, incluyendo la introducción de un diferencial de salario mínimo por regiones; la creación de la institución para el fortalecimiento y seguimiento de la productividad laboral; la pertinencia de la educación y la formación para el trabajo; la adecuación del Servicio Público de Empleo; la desvinculación del apoyo de sostenimiento de los aprendizajes de la tasa de desempleo; y la modificación del financiamiento del sistema de subsidio familiar.

Estas sugerencias, que revisarán en los siguientes párrafos, se apoyarán en el aprendizaje obtenido a lo largo de varios años de investigacionesno solo propios, sino también de otros muy calificados colegas.

La flexibilidad del alcalde

Como lugar adicional, la flexibilidad de los contratos permitiría que los asalariados reales puedan sufrir y bajar dependiendo del desempeño de las firmas, de manera que, en situaciones que son probadamente adversas de estas, el más perjucado no sea el empleo dado que, con las rigideces actuales –el salario nominal no puede reducirse–, lo que ocurra es el despido de los trabajadores; en Colombia el empleo formal del sector manufacturero es altamente cíclico.

Esta propuesta se apoya en publicaciones recientes realizadas con Sergio Rivera y colegas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en las que la dependencia de la demanda de trabajo del valor agregado de las firmas es significativa.

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Desde luego que la introducción de esta medida requiere establecer umbrales verificables de caídas en las ventas, antes de poner la reducción de los salarios de los trabajadores sur la mesa. Ejemplo de este tipo de situaciones fue el despido que se dio por cuenta de la pandemia.

En otros países, muchas empresas negociaron con los trabajadores reducciones de sus salarios antes que despedirlos; Con este tipo de medidas, se afianzan los vínculos entre empresas y trabajadores y se minuyen, de manera importante, los costos de búsqueda para unas y otros cuando de nuevo sevivan fases de auge en las ventas.

Beneficio para las mujeres

En segundo término, la divisibilidad de la jornada laboral y los salarios es una medida que impactaría favorablemente el empleo femenino.

La prueba
ha mostrado
que los incrementos del salario mínimo no favorecen a los hogares ubicados en la parte más baja de la distribución
de ingredientes

Esta sugerencia, en el sentido de que venimos insistiendo desde hace varios años, surge de la investigación de Jaime Tenjo, Oriana Álvarez y María Jiménez, publicada por el BID y el Banco de la República en el libro Desempleo femenino en Colombia. Según los autores, para las mujeres con hijos pequeños es difícil conciliar el trabajo con las responsabilidades del cuidado y la atención del hogar.

En consecuencia, la contratación por horas y la flexibilización de los horarios de trabajo podría ayudar a reducir el desempleo femenino y, en general, de trabajadores secundarios del hogar, incluyendo los estudiantes; a la vez que les permitiría a las firmas utilizar la mano de obra de acuerdo con sus necesidades.

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Compensación variable

enterrar el lugar, el salario mínimo es una variable cuya revisión no requiere la puesta en escena, entre septiembre y diciembre de todos los años, de los actores de siempre y las tensiones entre ellos, las cuales pueden afectar la cohesión social. Como en muchos otros países, su revisión se puede hacer cada varios años de una muy juiciosa manera, soportada en pruebas empíricas para permitir que esa figura cumpla con sus objetivos de reducir la pobreza y la desigualdad.

La evidencia ha demostrado que los incrementos del salario mínimo no han favorecido a los hogares ubicados en la parte más baja de la distribución de ingresos –los más habilitados–, es que aumentan la probabilidad de que los hogares ubicados por debajo de la línea de pobreza monetaria y que no contribuye a reducir la desigualdad, medida por el coeficiente Gini.

Prueba de estas investigaciones se presentó en el volumen de la revista Ensayos Política Económica sobria (Espe), el cual se titula Efectos macroeconómicos del salario mínimo en Colombia y fue publicado recientemente por el Banco de la República.

Como se señala allí, en Colombia el salario mínimo es el 85 por ciento del salario mediano (índice de Kaitz), mientras que en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), esta relación oscila alrededor del 50 por ciento . En la mayoría de estos países, el salario mínimo no tiene los efectos adversos que sí tiene en Colombia.

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El presidente Gustavo Petro durante el acto de radicación del proyecto de ley para la reforma laboral, presentado ante la Comisión Séptima de la Cámara el 16 de marzo del presente año.

La manera tampoco como se ha implementado el salario mínimo ha favorecido la creación de empleo formal, pero sí ha ocasionado una mayor destrucción de estesobre todo en empresas pequeñas del sector manufacturero, según los resultados de Sergio Rivera y el autor de este texto.

Efectos adversos de los aumentos del mínimo en el empleo formal, sobre todo de empresas de menos de 20 trabajadores, se encuentran en la primera sección del documento Espe. En este caso, es necesario prestar especial atención a la educación en la ‘economía popular’ que hacen los propios diseñadores de las políticas públicas.

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De manera complementaria, la discusión sobre la reforma laboral podría considerar la posibilidad de introducir en Colombia un salario mínimo diferencial por regionesbasado en las tasas de informalidad de las ciudades en lugar de la inflación pasada y la productividad, como fundaron las normas.

Esta medida, basada en investigaciones realizadas con Luz Adriana Flórez, tiene como propósito reducir la gran heterogeneidad geográfica de las tasas de informalidad laboral; en ocasiones, registrándose diferencias en los cómputos entre ciudades que podrían redondear 15 puntos porcentuales. La medida tendrá además el beneficio de poner los temas de la informalidad y el aumento de la productividad laboral entre los principales objetos de municipios y departamentos, ya que las entidades territoriales harían esfuerzos porque sus indicadores permitirían incrementos del mínimo y demás salarios en su región.

Arreglos Institucionales

En cuarto lugar, se necesita crear y fortalecer la institucionalidad para el crecimiento de la productividad. Esto requiere del esfuerzo conjunto de los gremios de la producción, los trabajadores, el Sena (renovado) y demás instituciones dedicadas a la formación para el trabajo y la educación formal; administraciones locales y regionales; y los ministerios del Trabajo, Educación y Comercio.

Este nuevo arreglo institucional necesita un diagnóstico claro de la productividad en cada región para plantar objetos claros que permitan la reducción de la informalidad laboral y el aumento de los salarios reales de todos los trabajadores al tener en cuenta la vocación productiva y las potencialidades de cada región. Impulsar la productividad laboral permitiendo levar de manera paulatina el índice de Kaitz a niveles cercanos al de los pays de la Ocde.

Las políticas anteriores son fundamentales, en el quinto término, de a Servicio Público de Empleo más eficiente para lograr a mayor y mejor emparejamiento entre buscadores, es decir, trabajadores y empresas. Requiere un sistema de información oportuno, sencillo, que muestre los salarios y beneficios que ofrecen las empresas para cada puesto anunciado, lo cual limitaría (ex ante) las brechas salariales entre hombres y mujeres.

Puntos adicionales

De manera igual, el Servicio Público de Empleo debería divulgar las políticas laborales de las empresas que anuncian sus vacantesincluyendo aspectos de género, la calificación del ambiente laboral que realizan los trabajadores, las posibilidades de ascenso y capacitación, etc. gratis Desempleo femenino en Colombiaeditado en compañía de Francesca Castellani y Eduardo Lora, se presenta evidencia de que los episodios de desempleo de las mujeres tienen menor duración en la medida en que aumentan los anuncios de vacantes.

Se recomienda estudiar la conveniencia de mantener la figura del contrato de aprendizaje para convertirlo en un contrato de trabajo, ya que encarecería a los aprendices. Así mismo, se sugiere reconsiderar el aumento actual de l’ingreso mensual de los aprendizajes -apoyo de sostenimiento- en etapa práctica cuando la tasa de desempleo nacional sea de un dígito. Debería explorar la posibilidad de mantener sus apoyos de sostenimiento, de manera permanente, en el 50 y 75 por ciento del salario mínimo, dependiendo de esa fase de formación sea teórica o práctica.

El documento Espe señaló antes presenta evidencia de los efectos perjudiciales en la demanda de aprendizaje por parte de las empresas ante el incremento del apoyo de sostenimiento que tuvo lugar en 2014, ya que en 2013 la tasa de desempleo nacional fue de 9.6 por ciento .

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Finalmente, podría también estudiar la modificación de la financiación del sistema de subsidio familiar. Luz Adriana Flórez y yo presentamos evidencia de que este tipo de costos incrementa la informalidad y el desempleo de manera significativa y heterogénea entre regiones. La última sección del documento Espe muestra cómo las finanzas públicas, por la vía de los sistemas pensional y de salud, sept altamente afectado por el desempeño del mercado laboral. Las reformas de salud y pensiones no deben perder de vista la laboral; se deben analizar conjuntamente utilizando modelos de equilibrio general.

El trabajo remoto, las plataformas digitales, la inteligencia artificial, la automatización y la robotización ya llegaron y, como decíamos al comienzo, los síntomas del funcionamiento del mercado de trabajo en Colombia no son alentadores. El Congreso de la República, el Gobierno, los trabajadores (formales e informales), las empresas y la academia tienen la palabra.

LUIS EDUARDO ARANGO*
Especial para EL TIEMPO
*Opiniones expresadas sin compromiso
a la entidad a la cual se encuentra vinculada.