Sam Schreim ha sido su propio jefe durante casi 20 años.

A lo largo de su carrera abrió su firma de consultoría, lanza varias start-ups y asesoró a clientes de alto poder adquisitivo como consultor independiente.

Pero si este empresario de 54 años pudiera regresar al pasado, es posible que nunca hubiera dado el paso para convertirse en un emprendedor por cuenta propia.

«Si hubiera tenido una bola de cristal, nunca hubiera dado ese salto», de Schreim, que vive en Boston.

«Me arrepiento todo el tiempo. Miro hacia atrás y, a estas alturas, habría ganado de forma constante siete cifras como consultor de gestión si hubiera seguido trabajando con las grandes empresas».

Dejar el trabajo paraconverter en su propio jefe se haconvertido una opción muy popular.

En 2022, por ejemplo, las solicitudes para abrir un nuevo negocio en Estados Unidos desapareció en los niveles más altos desde 2004, con más de 5 millones de nuevas empresas registradas.

Pero como demuestra el paquete del banco estadounidense Silicon Valley en marzoque dejó a muchas pequeñas empresas sin acceder a sus cuentas, ser fundador conlleva grandes riesgos y responsabilidades, y hace que algunas se arrepientan de haber dejado sus trabajos como asalariados de una empresa.

Schreim asumió un camino más difícil en la Gran Recesión de 2008.

Entonces se vio obligado a pagar salarios con sus ahorros un equipo de 15 personas. Noches de insomnio acumuladas y deudas enormes.

Las start-ups que han lanzado últimamente fracasaron e, incluso ahora, como emprendedor que combina la consultoría independiente con la escritura de libros y el desarrollo de productos basados ​​en la información, a menudo mira hacia atrás con pesar por no habita continuado con su trabajo en una gran consultoría de gestión en Beirut, Líbano.

«Mis amigos me envidian», dice.

«Pero hola no saben por lo que paso. Todo emprendedor adoptó riesgos, y el mundo los necesita, pero no es un estilo de vida fácil».

No es raro que la realidad de administrar su propio negocio choque con las expectativas, dice la asesora laboral de Reino Unido, Ayesha Murray.

Pocos realistas

«Como dueños de negocios, queremos tener éxito, pero a menudo tenemos expectativas poco realistas desde el principio en cuanto a las cifras de ventas, los ingresos o el tiempo que hay que dedicar», señala.

«If a tenuido una carrera exitosa antes de commenzar una empresa por tu cuenta, podrías pensar que cualquier cosa que intentes después también saldrá bien».

A esta creencia se suma el riesgo de comparar la dura realidad de tu propia experiencia como empresario con las aparentemente experiencias que vemos en las redes sociales.

Es el caso de Catherine Warrilow, que se creó para su agencia de relaciones públicas en 2006, tras quedar decepcionada con la jerarquía de un lugar de tradicional tradicional.

Visto desde fuera parecía un movimiento en la dirección correcta.

La agencia se convirtió en una negociadora exitosa, con siete empleados y clientes importantes.

«Pero nunca me desconectó», de Warrilow, de 43 años.

«Sentí unbrumada y ansiosa todo el tiempo. Nunca sentí que las cosas eran suficientemente buenas».

El estrés la convirtió en «una fanática del control total», siempre micromanagementando a su equipo.

No era lo que había imaginado.

«Mi idea equivocada más grande fue creer que ser mi propio jefe me daría libertad, que podías ir y comer cuando quisieras y establecer tu propio horario», dice.

La realidad era que la vida tenia que adaptarse al trabajo, y los clientes esperan que ella esté constantemente disponible.

Así, en 2015, dado que uno de los posibles clientes le ofrecería trabajo, esta madre de dos hijos decidió abandonar la empresa.

«El día que decidió no seguir trabajando por cuenta propia probablemente fue uno de los mejores días de mi vida profesional«, de.

Aliviada de dejarlo

«Sentí como si me hubiera quitado un gran peso de encima».

Ahora el director general de la compañía de viajes daysout.com, tan pronto como disfruta de muchas de las libertades que esperaba de la mano del espiritu empresarial.

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En cuanto a Schreim, seguirá siendo su propio jefe por ahora.

Aunque intentó trabajar un tiempo completo para una gran empresa en 2017, simplemente no hacer sustitución de la transición.

«De repente, met me despreciando tener un jefe por encima de mítener que reportarme al trabajo y tener que lidiar con tareas administrativas», dice.

Sin embargo, afirma que es posible que estos elementos nunca le hayan molestado si simplee nunca hubiera sido antes su propio jefe.

En consecuencia, hay muchas historias de exitoy muchas personas nunca mirarían hacia atrás.

Aun así, Schreim se muestra cauteloso a la hora de animar a cualquier otra persona a seguir sus pasos: «Cualquiera que quiera dar ese salto al espíritu empresarial debe ser consciente de los altibajos».

* Si está leyendo el artículo original de BBC Worklife, haga clic aquí.

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BBC-NOTICIAS-SRC: FECHA DE IMPORTACIÓN: 2023-04-06 08:40:06