Si necesita iniciar un tratamiento médico y necesita realizarlo, deberá evitar el tratamiento antes de comenzar a tomar medicamentos. Si observa que influye sobrio sus reflejos, capacidad de concentración, o la produce somnolencia, cuéntele ha sabido medico y evita manejar.

Sin automedicina. Siga las instrucciones del médico sobre cómo usar el medicamento. La reacción del organismo a los fármacos es más manifiesta en los primeros días de tratamiento, y especialmente en los primeros días posteriores a la ingesta del fármaco.

Mezclar alcohol y fármacos puede incrementar sus efectos adversos (mayor sedación y somnolencia, pérdida de reflejos). Aquí una lista de los medicamentos con los que hay que tener cuidado:

Benzodiazepinas. Producten sedación, reducción de los reflejos, alteración de la coordinación, control de los movimientos y capacidad para seguir un objetivo móvil. El paciente debería ser advertido de que el riesgo de accidente aumenta cuando se conduce bajo tratamiento con benzodiacepinas (Midazolan, Diazepan)

Antihistamínicos clásicos o de primera generación. Produce somnolencia, visión borrosa, alteraciones visuales y alucinaciones. No se aconseja conducir cuando se está bajo tratamiento con antihistamínicos de primera generación (Desloratadina, Cetericina).

Antidepresivos. Sedación, problemas de acomodación, hipotensión ortostática (incapacidad del cuerpo para regular la presión arterial de forma rápida), fatiga, vértigo, alteraciones del comportamiento (Duloxetina, Venlafaxina).

Antiepilépticos. Somnolencia, letargo, estados de confusión o embotamiento, pérdida de memoria o concentración. Y la propia epilepsia puede alterar las funciones motoras y cognitivas de los pacientes (Fenobarbital, Carbamasepina).

neurolépticos. Somnolencia, sedación y visión nocturna.
Analgésicos opiáceos. Euforia, sedación, mareos, disminución de la concentración y facultades cognitivas, pasividad (Morfina,
hidromorfina, fentanilo).