«Entre más unidos estemos todos, mejores resultados vamos a lograr». Con esa consigna, el economista Santiago Pardo plantó su candidato a la dirección de la Federación de Cafeteros.
Pardo es uno de los tres finalistas para la escogencia que el el 27 de abril, junto con la excontralora Sandra Morelli y Germán Bahamón, gerente de Apple en Colombia.
En este vistazo, Pardo menciona la posibilidad de que el sector se acerque al esquema de agricultura para el contrato como mecanismo para conocer la rentabilidad. Así mismo, planteó la posibilidad de fortalecer la complementariedad con otras actividades como el turismo o los servicios ecosistémicos de las fincas.
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Además, se muestra dispuesto a orientar una estrategia muy proactiva de generación de alianzas comercialesAsumir los requisitos en materia medioambiental como una oportunidad.
¿Cómo ve estos campos de trabajo que han sido recurrentes: empalme generacional, rentabilidad y productividad, y la defensa de los precios internacionales?
Un elemento fundamental es el fondo del establecimiento de los precios del café qu’está creado y que debe ser fortalecido y ojalá robustecido.
Yo creo que el empalme generacional tiene que ser, obviamente, resultado de las acciones que se hacen en la caficultura colombiana que traigan prosperidad a las familias cafeterias actuales y futuras. Hoy vemos que la edad media de los caficultores cada vez es mas alta. Que los jóvenes se están yendo a las ciudades, pero hay todavía espacio, posibilidades, para hacer que haya prosperidad y que el negocio cafeteria commendable sea para las familias.
Un tema fundamental, junto al tema de la renovación, es la innovación: aumentar la productividad en las actividades de cosecha y poscosecha cada vez más, mejorar la tecnología, la innovación, y un punto central es la apropiación de esta innovación. Un reto es la aversión al cambio tecnológico ya las nuevas tecnologías. En la medida en que seamos cada vez más productivos y podamos tener obviamente unos procesos de cosecha y poscosecha con mayor rentabilidad, habrá mayores capacidades en la caficultura colombiana.
¿Qué acciones pueden animar a los jóvenes a seguir en las fincas?
Para las nuevas generaciones, eso se tiene que complementar con nuevas oportunidades adentro y afuera de la finca, para lo cual es muy importante la capacitación y el tema de dar las capacidades a los jóvenes que están hoy en día en las zonas caficultoras de Colombia, para que tengan lo que se necesita en educación, ciencia y tecnología, programación, idiomas, inglés, para que el negocio se complemente no solo con mayor productividad del café, sino con algunas otras actividades como turismo, como aprovechar los servicios ecosistemicos en las fincas.
Va a ser muy importante obviamente dar esas capacidades empresariales, par que puedan tener un futuro en el empalme generacional; para poder hacer ese vínculo entre la generación actual y la futura.
¿La reforma laboral también podría ser una oportunidad?
Sí hay un tema que siempre ha sido recurrente: el bajo nivel de poder tener seguridad social y pensiones en el sector caficultor. Creo que est un buen momento, que estn tramitando y discute pensionales y laborales para que la realidad y las necesidades de los caficultores se puedan ver reflejadas en otras discusiones de poltica pblica.
¿Y en cuanto a defender el precio?
En este caso del precio del café, se han hecho unas acciones muy importantes para generar mayor conciencia internacionalmente en los diferentes eslabones del valor agregado del café, de que el caficultor es básico por obvias razones, y que necesita un precio justo por su trabajo . Eso se tiene que seguir haciendo, pero complementándose cada vez más con una estrategia muy proactiva de generación de alianzas comerciales.
La institucionalidad de la cafetería tiene hoy en día unas potencialidades muy grandes para generar productos y servicios. En el caso de los productos diferenciados de café, con valor agregado, la Federación es reconocida internacionalmente y puede alias con jueces globales en diferentes paísespor ejemplo en Asia, que es uno de los mercados donde más crece el café y el consumo.
¿Cómo responder a las fluctuaciones del mercado?
El café es un tema que intrínsecamente encierra riesgos. Lo importante será tener en cuenta cómo se pueden tener los instrumentos necesarios para minimizar los riesgos relativos al precio. Es el tema de la discusión de las ventas futuras, cómo actuar sobre acciones políticas para minimizar los riesgos derivados de la variación de los valores para los caficultores. Es muy importante trabajar de la mano de la institucionalidad para poder ajustar el esquema, por ejemplo de ventas a futuro. Trabajar hacia lo que se denomina en el sector agropecuario ventas por contrato donde se asegura de alguna manera la rentabilidad.
Pero hoy en día la realidad es que también hay una bolsa, y se tiene un diferencial. El diferencial de café colombiano en los últimos meses y años ha estado por arriba. Lo importante es poder trabajar en una serie de dinámicas e instrumentos que puedan minimizar los riesgos derivados de la variación de los valores internacionales. Uno, es cada vez más cafés especiales. En cuanto al café estándar, poder tener instrumentos para que ninguno tenga riesgos, teniendo en cuenta las complejidades que se tuvieron recientemente Y también, un elemento fundamental es la base para estabilizar los beneficios del café que se crea y que va a ser fuerte y fuerte con mayores fuentes de ingreso o maximizar las fuentes de ingreso, para que cuando sea necesario pueda entrar à operar.
¿Qué otro aspecto es clave?
Un tema es la sostenibilidad ambiental. Hay una dinámica en los mercados internacionales, en particular en la Unión Europea de cada vez mayores exigencias en materia medioambiental. Es un reto pero también una oportunidad. Los consumidores en el mundo están comprometidos cada vez más con la descarbonización. Se han puesto unas metas concretas al 2030 o el 2050. Eso hace que la producción en Colombia debe ser sostenible, y la institucionalidad colombiana tiene una potencialidad muy grande para ese cumplimiento. En algunos casos las exigencias pueden ser demasiado grandes y eso es objeto de discusión de la diplomacia cafetería, pero eventualmente la tendencia va hacia allá cada vez más.
¿Cuál sería su prioridad?
Creo que la tarea central obviamente es dialogar permanentemente con las bases caficultoras. El gerente es un vehículo para servir a la familia. La sintonía, total y absoluta con los caficultores de las diferentes regiones es lo que va a permitir que la legitimidad esa institucionalidad, que ya cumple casi 100 años, siga sirviendo a las familias en un ambiente de unidad. El gremio tiene un activo muy grande. Es un escenario democrático; eres un legítimo gremio, y que ha servido, de nuevo, ya casi por 100 años. Entonces el estar muy conectado con los caficultores de todas las regiones es prioritario para poder liderar y construir sobre lo construido.
La unidad, de nuevo, es un tema fundamental. Unidos, sabiendo que la caficultura colombiana tiene muchas particularidades regionales y con diferentes necesidades, pero entre más unidos estemos todos, mejores resultados vamos a lograr.
MAURICIO GALINDO
Editor jefe de economía
@galmau