Como ha pasado desde octubre de 2022, se espera que el Gobierno nacional anuncie mañana los nuevos precios de la gasolina que regirán en el país desde el primero de mayo.
Hace siete meses el precio promedio del galón era de 9,180 pesos y ahora está en 11,167 pesos, es decir que se ha incrementado 1.987 pesos durante este tiempo. Para abril, el incremento fue de 401 pesos y se espera que para mayo el alza mer similar.
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El recién nombrado ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró que el costo de la gasolina seguirá hasta que esté a la par del precio internacional. En los próximos tres años llegaría aproximadamente a 16.000 pesos por galón.
Con estas alzas se busca disminuir el hueco fiscal (26,3 billones de pesos a diciembre de 2022) que tiene el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), ya que su operación permitió que por muchos meses los colombianos no pagaran un precio tan alto.
A pesar de estar más preocupados por el calentamiento global, existe una fuerte oposición hacia medidas económicas
Del acuerdo con el ‘Latam Consumer and Shopper Update’ producido por Bain & Company, el 63 por ciento de los consumidores de Colombia no estaría dispuesto a pagar un precio mayor por la gasolinasi esto es demasiado lento para reducir el consumo y proteger el medio ambiente, teniendo en cuenta que el 78,6 por ciento de la población está preocupada por las consecuencias del clima climático.
«En Colombia podemos observar un comportamiento particular, podemos pesar afirmar que estamos más preocupados por el calentamiento globalexiste una fuerte oposición hacia las medidas económicas que tienen como finalidad reducir las emisiones de gases de efecto invernadero“, indica Diego Santamaría, asociado de Bain & Company.
Sin embargo, esta realidad no es exclusiva del mercado colombiano, pues al revisar las cifras en toda América Latina el porcentaje de rechazo al aumento en los precios sube hasta un 72 por cientolo que configuró un panorama desafiante para el continente a la hora de acumular las metas asociadas a la reducción de la capa de carbono derivada del uso del combustible.
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En consecuencia, los expertos de Bain & Company afirman que es fundamental que, tanto desde el sector público como privado, adopten medidas consensuadas con la comunidad para la consolidación de una mayor resiliencia ambiental.
Todo esto con el fin de construir acciones qu’a mediano y largo plazo posibiliten la reducción progresiva de emisiones de sustancias nocivas hacia la atmósfera, sin directamente en la economia de los hogares que se ve afectado por la inflación a nivel mundial.
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