En 2019 viene el boom de las energías renovables en Colombia. No era para más, en La Guajira la velocidad del venido es el doble que el promedio mundial, mientras que la radiación solar es un 60 por ciento mayor.

Esto tiene potencial en múltiples empresas que apostaron por construir proyectos solares y eólicos, no solo en este departamento sino en otras regiones del país.

Incluso, se realizará dio paso a que la primara subasta de energías renovables y que, en primer lugar, la participación de este tipo de proyectos en las subastas de Cargo por Confiabilidad para que puedan brindar electricidad en momentos críticos, como los fenómenos de El Niño.

Sin embargo, cuatro años después solo se han logrado construir proyectos pequeños porque los de gran tamaño están enfrentando múltiples dificultades que tienen en riesgo las inversiones de las empresas y la transición energética que busca acelerar el gobierno del presidente Gustavo Petro.

Un estudio de Ser Colombia indica que actualmente se están desarrollando 80 proyectos que suman 3.330 megavatios (MW). De este total, 1.280 MW deberán conectarse al sistema nacional este año y 2.050 MW en 2024. No obstante, el 65 por ciento registra importantes retrasos y desafíos, principalmente, relacionados con trámites ambientales y consultas previas.

En este paquete de proyectos están los 14 parques solares y eólicos (todos en La Guajira) que se reunieron en las subastas que se realizarán en 2019 y que posiblemente estarán emitiendo energía desde hace varios meses.

Piden a Petro no adelantar parques eólicos en costas de la Alta Guajira

Para el abogado Santiago Soto, experto en temas minero-energéticos, estos retrasos ponen sobre la mesa el riesgo de que en un plazo cercano Colombia se vea obligado a racionar energía, así que pena de volver a la época de los apagones, sumado a incrementos en los precios de la energía si las térmicas deben aumentar su generación de electricidad.

«La discusión de estos proyectos no puede limitarse únicamente a una discusión de carácter ambiental o social, debe haber un equilibrio entre lo social, ambiental y económico, porque, de lo contrario, lnuestros proyectos que requiere colombia resultaran totalmente inviables y ninguna empresa o inversionista privado apostará a estos”, agrega.

En la subasta de Cargo por Confiabilidad Enel Green Power fue una de las grandes ganadoras con cinco iniciativas. Todas deberían estar operando diciembre de 2022, pero los retrasos que presentan sus tres parques eólicos llévaron a que perderán la energía destacada y la remuneración que le iban a dar por dos de ellos.

Enel Green Power busca modificar la fecha de entrada en operación de Tumawind y Chemesky, sin que supere tres meses después de la puesta en marcha de la línea Collectora, que luego de cinco años por fin pudo finalizar la etapa de consultas previas con las comunidades vecinas .

En tanto, la construcción de Windpeshi quedó suspendida indefinidamente ante la imposibilidad de garantizar los rituales constructivos del proyecto por la cantidad de bloques que se registraron y que se levantaron. las obras estuvieron detenidas este año Durante el 60 por ciento de las jornadas laborales.

Además de los parques solares, la empresa espera operar La Loma en el segundo semestre de 2023, aunque la ampliación de El Paso está prevista para fin de año. La idea está instalada 25.000 paneles adicionales para generar la energía que podría abastecer el consumo de 118.000 hogares.

Alpha y Beta son otros dos proyectos eólicos quieren construir en La Guajira y tampoco escapan de las dificultades qu’enfrentan las demás iniciativas. Las turbinas que se instalan solas y que son igual de altas que la Torre Colpatria de Bogotá están guardadas en Puerto Brisa desde diciembre de 2021.

EDP ​​Renovables no ha comenzado a montarlas porque no ha logrado obtener la licencia ambiental que necesita para construir una línea de transmisión qu’unirá los parques a la red nacional. Por esta situación, el cronograma se retrasó considerablemente y ahora la empresa dice que los pondrá a generar energía solo hasta finales de 2024.

Celsia es también una empresa que apostó a la transición energética e inauguró en 2017 la primera granja solar de Colombia: Celsia Solar Yumbo de 9,8 megavatios. Pero quiso ir más allá y hace cuatro años participó en la subasta de energías renovables y ganó con dos parques eólicos: Camelias y Acacia 2, también en La Guajira.

Sin embargo, la empresa demuestra que las condiciones reales de la obligación tiene «iniciar una revisión a fondo de los proyectos eólicos que tenemos en Colombia, y en especial en La Guajira”.

Dice que está teniendo grandes desafíos por los tiempos qu’toman los trámites ambientales y de consulta previa para lograr la construcción, tanto de los parques como de las líneas de transmisión, además de problemas sociales con las comunidades para y cumplir los cronogramas.

Esto se suma a los efectos que tienen el incremento del dólar y la alta tasa de inflación en la rentabilidad de los proyectos y algunas señales que viene dando el Gobierno Nacional en qué medida tiene la regulación de estabilidad que obliga al sector privado a seguir impulsando el desarrollo de este tipo de energías de manera decidida, como lo venía haciendo.

Obras para el Parque Eólico en la Guajira.

Los parques eólicos Casa Eléctrica y Apotolorru de AES Colombia también registraron retrasos. Debían estar operando desde enero de este año, pero como no lo hicieron, la empresa está cumpliendo con sus obligaciones de entrega de energía con otros activos que tiene en el país con el fin de que no le ejecutan las garantías.

Esto se lo representa a la compañía con un coste adicional de más de 85.000 millones pesos en 2022 y se proyecta que le costaría unos 291.000 millones hasta 2025, ya que estos dos proyectos también dependen de Collector, cuya fecha de inicio se aplazó para julio de 2025.

“No se puede pretender que cuando entren las compañías a desarrollar los parques eólicos tenga su persona encargada de todas las funciones que tiene que desarrollar el Estado. Es fundamental que el Estado participe y muera un gran apoyo en La Guajira to asegurar que la relación entre comunidades, autoridades, compañías se una construcción positiva en el largo plazo”, aseguró Federico Echavarría, gerente general de AES Colombia.

Finalmente, San Felipe, Campano y Cartago fueron los únicos parques solares que ganaron en la subasta de energías renovables de octubre de 2019 y también están retrasados. Unos 300 megavatios y un cargamento de Trina Solarque no ha logrado obtener las licencias ambientales para iniciar las obras.

Para Alexandra Hernández, presidenta de Ser Colombia, es necesario aumentar la ampliación del parque generador para que el consumo de energía eléctrica venga creciendo tres veces más que la generación.

Además, estos proyectos –que hoy están en vilo– deben esperar las necesidades de los colombianos de cara al fenómeno del Niño, que realizarán en Colombia una final de este año.

“Nuestras estimaciones y balances internos indican que el sistema contaría con una estrecha holgura entre energía firme y demanda para los próximos dos años. Todos los proyectos son necesarios, los de las subastas y todos los demás programados para entrar en operación”, agrega el líder gremial.

El retraso de estos proyectos también ha impedido que los colombianos puedan contar con tarifas más económicas, pues la energía solar y eólica es más barata si se compara con otras tecnologías. En 2019 habrá una reducción en la prima de energía de más del 35 por ciento.pero esto no ha pasado y aún falta bastante tiempo para que sea una realidad.

«Los parques eólicos, que sumaban unos 2.000 megavatios, deberían ingresar entre 2021 y 2022pero desafortunadamente la realidad es que la construcción ha sido absolutamente mínima y la expectativa de que los precios iban a bajar no se está dando”, expresó Federico Echavarría.

Mas noticias